Fecha: 21 enero, 2021 Introducción: el comercio colonial. Hacia principios del siglo XVI el comercio internacional europeo se parecía mucho al de los siglos anteriores; el norte de Italia y Flandes constituían los polos principales de la actividad económica en Europa. Las dos áreas producían textiles y tenían industrias metalúrgicas y de construcción naval. El comercio entre Italia y Flandes era marítimo y terrestre y desde ese eje se extendían rutas hacia el sudoeste –Francia y España– y hacia el norte –Alemania y el Báltico. Aparte de los productos textiles se comerciaba con especias, madera, cereales, pieles, vino, sal, armas, etc. También relevante era el comercio de esclavos porque la esclavitud doméstica no había desaparecido de la Europa meridional ni del Mediterráneo, donde eran muy utilizados como galeotes en los navíos de guerra. Este sistema comercial comenzó a cambiar como consecuencia de los descubrimientos geográficos iniciados durante el siglo XV. Los portugueses circ
Fecha: 20 marzo, 2021 Durante el siglo XX España fue un país más centrado en sus problemas internos que en las cuestiones internacionales. Su no participación en ninguna de las dos guerras mundiales libró al país de sufrimientos y destrucciones, pero por contra tuvo su propia guerra civil. El conflicto ocurrió en el contexto europeo, eso sí, del ascenso de los fascismos, lo que venía a indicar la imbricación de la historia española con la europea. De igual forma, muchos historiadores han visto la Guerra Civil española como un preludio de la II Guerra Mundial. El franquismo implantó, tanto porque era consustancial con su ideología como porque fue obligado, un aislacionismo internacional, convirtiéndose primero en un paria y después en un apéndice de Estados Unidos ya en el marco de la Guerra Fría. Durante mucho tiempo basó su política internacional en mantener unas relaciones más nominales que efectivas con Latinoamérica y sostener la retórica de la amistad con algunos países del mund