Las revoluciones no son cosa del pasado


A veces podemos tener la falsa sensación de que las revoluciones son cosa del pasado o de sociedades atrasadas y lejanas. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El ejemplo de Túnez nos debe recordar que cualquier sociedad puede sufrir un cambio político rápido y radical. En apenas unos días, uno de los regímenes políticos que se presuponían más estables en el contexto del norte de África, con una economía relativamente desarrollada, ha sido derribado por un movimiento popular que además ha actuado espontáneamente.
Los factores desencadenantes son típicos: una crisis económica que ha provocado un fuerte aumento del paro, una elevación de los precios de los productos básicos, una juventud sin perspectivas ni esperanza y, sobre todo, la permanencia de un régimen político dictatorial y corrupto que es incapaz de ofrecer alguna salida a su población.
No existe en la historia ningún modelo social y político permanente e inamovible. Todo está sujeto al cambio. Las revoluciones políticas son la forma más evidente de cambio y, desde luego, no han pasado a la historia. Es conveniente que os informéis un poco al respecto para ello leed estos artículos en el enlace de Scribd
EL PAÍS 2011 Muñoz

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