martes, 7 de enero de 2025

El conflicto de la isla de Perejil

Las relaciones con Marruecos han pasado por diversas etapas desde 1975. Estas fases han fluctuado entre la colaboración y el enfrentamiento –Marcha Verde o este problema en la isla Perejil–. Existen abundantes intereses comunes, pero también subsisten temas aparcados que, en un momento dado, pueden provocar conflictos graves. Nos estamos refiriendo no solamente a las ciudades españolas en el norte de África y los enclaves adyacentes, sino también a las disputas existentes por la definición de fronteras en las aguas que bordean las Islas Canarias.

La isla de Perejil forma parte de las llamadas plazas de soberanía española en el norte de África. Se trataba de territorios que quedaban fuera de los límites del Protectorado español de Marruecos y que son un conjunto de islas y peñones situados frente a las costas de Marruecos (ver mapa). Las más conocidas, sobre todo por aquellos que les tocó hacer la mili obligatoria en Ceuta o Melilla, son las islas Chafarinas, las islas Alhucemas y el peñón de Vélez de la Gomera, a estos enclaves hay que añadir la isla de Perejil.

Enclaves españoles en las costas marroquíes. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Plazas_de_soberan%C3%ADa

Estos territorios, con escaso o nulo valor estratégico actualmente, tienen, por el contrario, un elevado valor simbólico tanto para España como para Marruecos. La reivindicación de la soberanía marroquí  aparece en cuanto, por la razón que sea, se disparan las tensiones entre ambos países. Y eso es lo que ocurrió cuando llegó al trono el actual rey Mohamed VI (1999).

El incidente de la isla de Perejil fue un enfrentamiento armado –aunque no se disparó ni un solo tiro– entre España y Marruecos. Aconteció entre el 11 y el 20 de julio de 2002 y el motivo del choque fue la ocupación militar de la isla de Perejil primero por unos gendarmes y después por infantes de marina marroquíes. Ha sido una de las crisis más graves de las habidas entre España y Marruecos desde la Marcha Verde de 1975.


¿Qué circunstancias encresparon las relaciones entre los dos países? Las primeras divergencias surgieron sobre el tema pesquero; en el año 2000 comenzaron las negociaciones entre la UE y Marruecos, y su fracaso fue el inicio del distanciamiento. La falta de acuerdo hizo que el gobierno español se acercase a Argelia y Túnez. No hay que olvidar que Argelia es el gran competidor de Marruecos por el dominio del Magreb.


Otro tema de confrontación fue el de la inmigración ilegal. El gobierno de Aznar endureció las leyes de inmigración y acusó a Marruecos de no esforzarse para detener el flujo migratorio que provenía desde sus costas. También la presunta financiación española del Frente Polisario y el desacuerdo por los permisos de explotación petrolera que el gobierno español había concedido a Repsol cerca de las islas Canarias, que estaban, según Marruecos, en sus aguas territoriales, se añadían al monto de desagravios.

Zonas de exploración petrolera en torno a Canarias. Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/05/29/media/1401389539_927413.html

Para algunos analistas, el distanciamiento debía de explicarse también en clave interna de Marruecos. Las expectativas de cambio que había suscitado la subida al trono de Mohamed VI se habían visto defraudadas y los islamistas estaban retornando a la escena política. Ante estos problemas, el monarca y el gobierno marroquí podrían haber optado por buscar la cohesión interna mediante el recurso del enemigo exterior.

La escalada de la tensión diplomática culminó el 28 de octubre de 2001 con la retirada del embajador marroquí, un gesto muy inamistoso en el lenguaje diplomático. El conflicto escaló un peldaño más el 11 de julio de 2002, cuando un grupo de doce hombres de la Gendarmería Real marroquí desembarcaron en la isla de Perejil.  La ocupación se argumentó como un medio para frenar los tráficos ilícitos, en una roca que Marruecos afirma le pertenece desde la independencia. La primera reacción española fue moderada, lejos de cualquier respuesta militar, aunque se informó del hecho a la UE y a la OTAN. España pidió la retirada de los gendarmes y la vuelta al status quo anterior. La falta de respuesta de Marruecos hizo que el gobierno español comenzara a sopesar la acción militar. Antes, España había obtenido el apoyo de la UE, que emitió una dura nota de condena, y la OTAN exigió la vuelta a la situación anterior.




Según algunas fuentes, la decisión de enviar gendarmes a la isla había partido del mismo rey, sin consultar a su gobierno ni a sus aliados más estrechos –Francia y Estados Unidos–. Marruecos se había metido en una situación complicada de la que era difícil salir airoso, aunque hubo algunos intentos de iniciar negociaciones.

El 16 de julio Marruecos sustituye el destacamento de gendarmes por otro de la infantería de marina, lo que implica una militarización del conflicto. En esa misma fecha, España refuerza sus guarniciones de Ceuta y Melilla y moviliza varias unidades de la Armada; ese mismo día llama a consultas al embajador español en Rabat. A pesar de ello, el gobierno negaba tener intenciones belicosas. No obstante, se dio a Marruecos un ultiman que concluía en la madrugada del miércoles 17 de julio. Poco antes fueron trasladadas a Sevilla algunas unidades de operaciones especiales (boinas verdes); estas unidades –un total de 28 hombres– se trasladaron  en siete helicópteros a la isla y llevaron a cabo un rápido asalto –la operación duró 10 minutos–. Los soldados marroquíes se rindieron sin resistencia y al día siguiente fueron devueltos a Marruecos. Mientras tanto, la Armada había bloqueado los puertos marroquíes más cercanos y dos patrulleros bloqueaban al patrullero marroquí que prestaba apoyo a sus infantes de marina. Por su parte, el Ejército del Aire proporcionaba cobertura a todas las fuerzas con cazas F-18 y Mirage F-1. La operación militar implicó un importante ejercicio de coordinación entre los tres ejércitos.


Desarrollo de la operación militar. Fuente: http://www.galeon.com/navegahispania/batallas/perejil.htm

Al concluir la operación militar, el gobierno de Aznar se puso en contacto con el de Marruecos para iniciar una negociación e informó a la UE y a la OTAN, así como al Comité de Seguridad de la ONU. Los soldados españoles, tropas de la Legión, permanecieron algunos días en la isla, hasta que ambos países llegaron, con la mediación de Estados Unidos, a un acuerdo que consistía en mantener despoblada la isla y no disponer de ninguna guarnición militar en ella.


La acción española fue interpretada por nuestro vecino del sur como una humillación, y su rey Mohamed VI no procuró evitar mostrar su poca querencia por el presidente Aznar. Las malas relaciones continuaron hasta principios de 2003, cuando los embajadores volvieron a sus puestos y se afianzaron definitivamente en marzo de 2004 con la visita de Zapatero, ya como presidente del nuevo gobierno.

Esta entrada se publicó por primera vez el 29 de junio de 2017.

Bibliografía.

Casqueiro, J. (2015). Los perdedores de Perejil cuentan su guerra. Retrieved from http://politica.elpais.com/politica/2015/02/08/actualidad/1423421786_399102.html

Cembrero, I. (2006a). Los secretos de la toma de Perejil. Retrieved from http://elpais.com/diario/2006/03/19/domingo/1142743960_850215.html

Cembrero, I. (2006b). Vecinoa alejados: los secretos de la crisis entre España y Marruecos. Barcelona: Galaxia-Gutenberg.

EFE. (2010). Perejil abrió quince meses de hostilidades. Retrieved from http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/18/espana/1282125284.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Incidente_de_la_isla_de_Perejil (Sin fecha). En Wikipedia. Recuperado el de https://es.wikipedia.org/wiki/Incidente_de_la_isla_de_Perejil

Molina García, M. J. (2003). España-Marruecos (1996-2002): un modelo de política exterior para el Magreb. Universidad Complutense de Madrid, Madrid.

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