Maximiliano I nació en Viena en 1832. Era el hermano menor del emperador de Austria, Francisco José I de Habsburgo. Estaba destinado, por tanto, a desempeñar papeles secundarios en el entramado político de la monarquía de los Habsburgo —archiduque de Austria, virrey de Lombardía-Véneto—. ¿Pero cómo un príncipe europeo acabó convertido en emperador de México a mediados del siglo XIX?

Imagen 1. Retrato como emperador de Maximiliano I de México. Albert Gräfle (1865). Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Maximiliano_de_M%C3%A9xico

El marco histórico mexicano en la primera mitad del siglo XIX

Los líderes independentistas mexicanos pretendieron, una vez en el poder, conformar un Imperio mexicano. Este imperio se regiría mediante un régimen político monárquico que, de momento, adoptaría la forma de una regencia. De hecho, Agustín de Iturbide fue aclamado emperador del enorme territorio mexicano en 1822. Su gobierno duró muy poco, pues a finales de ese mismo año el general Santa Ana le derrocó e instauró una república. Esta nueva república fue gobernada desde postulados centralistas, inaugurando la pugna entre federalistas y centralistas, controversia que se mantendría viva a lo largo del siglo y que fue uno de los orígenes de la conflictividad del período.  

Imagen 2. División territorial del primer Imperio Mexicano. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Agust%C3%ADn_de_Iturbide

Entre 1800 y 1870 México padeció un largo período de inestabilidad política, incluidas varias guerras. En 1858, el conflicto entre liberales y conservadores devino en una guerra civil en la que coexistieron dos gobiernos: uno conservador, dirigido por Félix Zuloaga, y otro liberal, dirigido por Benito Juárez. La guerra acabó con la victoria de Juárez, apoyado por Estados Unidos. No obstante, los conservadores mantuvieron parte de su poder político y militar y no olvidaron  la idea de recuperar la monarquía.

Imagen 3. Guerra con Estados Unidos (1846-1847). Fuente: Delgado, Gloria (2015) Historia de México. Legado histórico y pasado reciente.

La inestabilidad de los gobiernos y las diversas guerras —civiles y contra Estados Unidos— habían provocado un crecimiento tanto de la deuda con otros países como de los desequilibrios económicos internos. Para solucionar estos problemas, el presidente Benito Juárez (1858-1872) dejó de pagar la deuda externa —siendo las principales deudoras España, Francia y Gran Bretaña—.

PaísDeuda (en pesos mexicanos)
Gran Bretaña69.994.542,5
España9.460.986,2
Francia2.800.762,3

La intervención extranjera (1862-1864)

La política conservadora seguía procurando obtener los medios para lograr la restauración monárquica. Esta política era, para ellos, la única manera de evitar la desaparición del viejo orden social y político. Para conseguirlo habían ofrecido la corona de México a los Borbones reinantes en España, pero esta posibilidad no se llevó a cabo al surgir diversos problemas en la política española. La segunda opción era Francia.

La decisión de Juárez de suspender el pago de la deuda externa permitió a Napoleón III obtener el respaldo de España y Gran Bretaña para invadir México —Alianza Tripartita—, con la excusa de la disputa financiera.

Como se ha podido observar, la cuantía de la deuda no era tan elevada como para justificar una intervención armada. La razón más creíble se halla en los enfrentamientos por la hegemonía mundial —hay que recordar que el contexto internacional está dominado por la expansión imperialista—. Algunos historiadores mencionan también el interés de las potencias europeas por controlar el expansionismo de Estados Unidos y, para ello, México les proporcionaba una excelente plataforma territorial. Sobre todo porque Estados Unidos se hallaba en plena guerra civil y no podía articular una respuesta rápida.

Imagen 4. Benito Juárez. Fuente: https://www.culcobcs.com/cultura-entretenimiento/benito-juarez-indigena-zapoteco-llego-la-presidencia-mexico/

La guerra comenzó a finales de 1861 con la toma por parte de los españoles, dirigidos por el general Juan Prim, del puerto de Veracruz. A principios de 1862 llegaron las tropas británicas y francesas. Se iniciaron conversaciones con el gobierno de Juárez, pero en marzo del citado año llegaron refuerzos enviados por Napoleón III y, con ellos, representantes de los monárquicos mexicanos, quienes tenían la intención de establecer una monarquía en México con la protección de las fuerzas francesas. Cualquier acuerdo con Juárez se hizo imposible.

Ante la decisión francesa de imponer un régimen monárquico, España y Gran Bretaña dieron por rota la alianza y reembarcaron sus tropas. Al mismo tiempo, los franceses avanzaron hacia el interior con el apoyo de tropas mexicanas conservadoras, llegando hasta la misma ciudad de México el 10 de junio.

Imagen 5. Invasión francesa de México. Fuente: Fuente: Delgado, Gloria (2015) Historia de México. Legado histórico y pasado reciente.

Paralelamente a las operaciones militares, el comandante de las fuerzas franco-mexicanas, el general francés Elías Federico Forey, comenzó a crear una estructura política monárquica a través de una Asamblea de Notables que debía gobernar el país hasta la llegada del nuevo monarca. El nuevo rey adoptaría el título de Emperador de México.

Mientras tanto, Juárez huyó hacia el norte. El país se veía inmerso en una guerra a la vez civil e internacional sin frentes definidos, con reiteradas ocupaciones y recuperaciones de un mismo territorio. En este contexto llegó a México, en mayo de 1864, el nuevo monarca.

El trono de México había sido aceptado por el archiduque Maximiliano de Habsburgo, que contaba con el apoyo de Napoleón III y de los monárquicos mexicanos. El primero buscaba congraciarse con Austria tras los enfrentamientos producidos entre ambas potencias en el contexto de la independencia italiana (1848-1870),  mientras que a los segundos les complacía la catolicidad de Maximiliano, así como su experiencia como virrey de Lombardía-Véneto. No obstante, el nuevo rey no pudo contar con el apoyo de España ni con el de Gran Bretaña, que ya habían abandonado la Triple Alianza con Francia.

En el Tratado de Miramar (1964), firmado por Maximiliano y por Napoleón III, se acordaron las condiciones en las que reinaría Maximiliano. El tratado era claramente favorable a Francia y ataba las manos al monarca en algunos aspectos —finanzas, política exterior, etc.—. Con todo, el monarca aceptó el enorme reto que significaba dirigir un país tan diferente a las sociedades europeas que conocía.

El Segundo Imperio mexicano (1864-1867). La muerte del emperador.

En un principio, Maximiliano intentó conciliar a conservadores y liberales e, incluso, incorporó a tareas de gobierno a algunos liberales, pero las principales decisiones eran tomadas por políticos conservadores o franceses. Intentó también redactar una Constitución de carácter liberal, pero la oposición conservadora y del emperador francés imposibilitaron su aprobación.

Otros obstáculos aparecieron pronto; el pueblo mexicano no mostraba muchas simpatías por el nuevo reinado y las fuerzas republicanas no estaban totalmente vencidas a pesar de que Juárez se había retirado hasta Villa Paso del Norte (actual Ciudad Juárez). El aumento de la represión hacia los liberales indignó a sectores populares que se volvieron contra el monarca.

Por su parte, Estados Unidos, concluida la Guerra de Secesión, se implicó en el conflicto a favor de Juárez, pues no veía con buenos ojos que una potencia europea controlase un país vecino. Las presiones norteamericanas y las victorias militares republicanas favorecieron la retirada de las tropas francesas a principios de 1867.

La actuación de Estados Unidos hay que entenderla dentro de su visión geopolítica, que pretendía expulsar de América a las naciones europeas —doctrina Monroe—.

Todos estos cambios facilitaron los avances del ejército republicano. Ello, junto a la crítica situación económica, condujo a la derrota de las tropas monárquicas a mediados de 1867. El emperador Maximiliano y otros generales conservadores fueron capturados y ejecutados en junio de 1867. Su proyecto, quizás demasiado romántico e incluso irreal, acabó trágicamente.

Imagen 6. La ejecución del emperador Maximiliano. Édouard Manet, 1867. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/La_ejecuci%C3%B3n_del_emperador_Maximiliano

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